domingo, 28 de marzo de 2010

Política fiscal del gobierno de España

Ni siquiera los efectos de la actual crisis, desatada por la avaricia de banqueros y especuladores varios, ha hecho reflexionar al gobierno sobre el enorme desacierto y la flagrante injusticia social de su política fiscal, que, en todos los casos, ha favorecido y sigue favoreciendo a las clases más pudientes de nuestro país, haciendo recaer su afán recaudatorio exclusivamente en la espalda de las clases trabajadoras, que, representando el 50 % de la renta nacional, sufragan el 90 % del gasto público. Pero veamos cuáles son y han sido esas medidas:


  • Reforma de IRPF para: a) reducir el tipo máximo del 45 al 43 %; b) reducir los tramos a cuatro, mermando así su progresividad; c) ampliación a 9.000 € del límite exento.

  • Devolución lineal de 400 €, recientemente eliminada, que sólo supuso en su momento un recurso electoral, sin ningún otro objetivo de redistribución de la riqueza o de corrección de desigualdades sociales.

  • Supresión del Impuesto de Patrimonio: 1.800 millones de euros anuales que el Estado ha dejado de ingresar.

  • Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Se trata de un tributo estatal cedido a las Comunidades Autónomas. Como éstas no pueden eliminarlo, lo que hacen algunas de ellas es aplicar una bonificación que va del 95 % (José Mª Barreda en Castilla-La Mancha) al 99 % (Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid).

  • Tratamiento escandaloso a las SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable). Se trata de un instrumento de las grandes fortunas que tributan sólo al 1%, cuando los rendimientos del capital lo hacen al 18 % y los del trabajo en una escala que va del 24 al 43 %. Cuando la Inspección de Hacienda consideró que la mayor parte de los inversores eran ficticios, las Cortes Generales le quitaron la competencia del control fiscal otorgándoselo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y decretando una amnistía.

  • Próxima subida del tipo general del IVA del 16 % al 18 % y del tipo reducido del 7 % al 8 %, que va a suponer nuevamente la erosión del poder adquisitivo de los salarios.


En definitiva, que el sistema capitalista tiende a la concentración del capital y al progresivo incremento de las desigualdades. Es por eso que resultan imprescindibles determinados instrumentos que compensen y corrijan tales tendencias nocivas. Pues bien, este gobierno no sólo ha eliminado dichos mecanismos de compensación, sino que propone planes de austeridad que recortan el gasto público, con lo cual vuelven a cargar el peso de la crisis en las clases menos pudientes, las mismas que vienen soportando estoicamente sus injustas medidas fiscales. Mientras, los grandes patrimonios de este país se encuentran en un paraíso fiscal.