La desvergüenza de un alcalde

Esta legislatura, que está a punto de finalizar, se ha caracterizado por estar plagada de conflictos y de enfrentamientos innecesarios. El grupo municipal del PP y principalmente el alcalde como cabeza visible y principal responsable, ha llevado a cabo una política autoritaria, poco participativa y basada en la descalificación permanente y en la mentira. Basta con haber acudido a un solo pleno para poder comprobarlo. Pero donde más se ha echado a notar este enorme déficit democrático que amenaza con arruinar la convivencia y el entendimiento ha sido en la falta de libertad de expresión para los grupos de la oposición.

Nunca como en estos cuatro años se ha producido tal avalancha de insultos gratuitos, de cartas a domicilio con réplica y contrarréplica, que ha venido a alimentar artificialmente una absurda polémica que no sólo no favorece la solución de los graves problemas que padece la clase trabajadora de Sonseca, sino que ahonda aún más en el cada vez mayor desprestigio del ejercicio político y en la escasa credibilidad de quienes detentan la responsabilidad de gestionar los asuntos públicos. En definitiva, un espectáculo bochornoso y poco edificante al que nos han sometido tanto el PP como un PSOE carente de propuestas y de salidas a la crisis. Y esto ha sido así desde el primer día.

IZQUIERDA UNIDA ha denunciado públicamente la censura a la que ha sido sometida por el PP, que no conforme con limitar la participación de la oposición a 7 minutos al mes en Onda Viva y a un tercio de página en la revista municipal, se ha permitido el lujo de censurar las fotos o el contenido de dicho texto, cuestión que motivó el abandono de toda la oposición en un pleno. Esta tendencia no ha hecho más que aumentar hasta el paroxismo en los últimos meses, con la elaboración de un número extraordinario de la revista municipal dedicado a mayor gloria del PP, el envío fraudulento de correos electrónicos por parte del mismísimo alcalde con un vídeo sarcástico sobre Zapatero o la distribución de un escrito que, con el encabezamiento del Ayuntamiento de Sonseca, les sirve una vez más para vilipendiar al adversario. Y no sabemos aún de lo que serán capaces cuando comience de verdad la campaña electoral. Esta innoble actitud por parte del alcalde y del grupo popular viene a demostrar dos cosas:

1. que, desde que llegó al gobierno, el PP se ha apropiado de la institución municipal y de todos los recursos propios de ésta, como la emisora o el CICOS, para hacer política partidista y

2. la tremenda incapacidad para ejercer como alcalde de “todos y todas” los sonsecanos y sonsecanas y para tender puentes al entendimiento, al diálogo y a la convivencia, aunque tengamos diferentes ideas.

En IZQUIERDA UNIDA pensamos que Sonseca se merece otro equipo de gobierno y, sobre todo, otro alcalde que no nos produzca vergüenza ajena cuando trata con otras autoridades.